Como se señala en nuestras propuestas de servicios profesionales, el objetivo de la auditoría es expresar una opinión, profesional e independiente, sobre si los estados financieros presentan la situación financiera de la compañía de conformidad con las normas de información financiera. Esta opinión se expresa en un documento que se denomina Informe del Auditor.

El Informe del Auditor es, en sí mismo, un instrumento que abona a la confianza, a la transparencia y a la credibilidad de la organización, y se constituye también como un importante mecanismo corporativo que coadyuva en la medición del desempeño de la organización y su control financiero.

Veamos porqué:

Es innegable que las organizaciones modernas, en su tránsito habitual en el mundo de los negocios, deben estar atentas a las exigencias de todos sus grupos de interés: Clientes, Proveedores, Empleados, Accionistas, Gobierno, por decir los principales.

Una empresa interesada en responder a esas exigencias debe producir la información útil, correcta y completa que esos grupos de interés eventualmente demanden, a efecto de aportar a esa relación la CONFIANZA necesaria para establecer las relaciones de la forma más satisfactoria para las partes. La confianza se logra, por ejemplo, cuando la organización realiza esfuerzos deliberados que promocionan el acceso a la información, la comunicación abierta y la participación de sus profesionales en la toma de decisiones, es decir, existe un clima de TRANSPARENCIA.

Es precisamente en la calidad de la Información Financiera donde el Informe del Auditor colabora de forma determinante para aportar CONFIANZA y TRANSPARENCIA en las organizaciones, ya que cuando expresamos nuestra opinión sobre los Estados Financieros, subyace todo un trabajo debidamente planificado y ejecutado de conformidad con requerimientos de ética, requisitos de control de calidad y normas de actuación profesional internacionalmente aceptados, y que por lo tanto se agrega el componente de CREDIBILIDAD a la información financiera que la organización produce.

Como se señala en nuestros informes, una auditoría conlleva la aplicación de procedimientos para obtener evidencia sobre los importes y la información revelada en los estados financieros.

Los procedimientos seleccionados dependen del juicio del auditor, incluida la evaluación de los riesgos de desviación material en los estados financieros debido a fraude o error.  Al efectuar dichas evaluaciones del riesgo, el auditor tiene en cuenta el control interno relevante para la preparación y presentación razonable por parte de la empresa de los estados financieros, con el fin de diseñar los procedimientos de auditoría que sean adecuados en función de las circunstancias.

Asimismo, la auditoría incluye la evaluación de lo adecuado de las políticas contables aplicadas y de la razonabilidad de las estimaciones contables incorporadas en los estados financieros.

Sabiendo pues que el Informe del Auditor es preparado sobre las bases anteriormente expuestas, el usuario de los Estados Financieros puede tomar decisiones sobre el desempeño de la organización y su control financiero con confianza, por la certidumbre que han adquirido los estados financieros cuando han sido dictaminados.

Todo esto ha sido, es y será la auditoría de estados financieros y el Informe el Auditor.

Comentar entonces sobre el propósito fiscal de la auditoría de Estados Financieros, que existió con carácter de obligatorio hasta el 31 de diciembre de 2013… ¡Ya no es necesario!